Garantizar a las escuelas un entorno de aprendizaje seguro antes de reabrir es una de las metas de LG.
La gestión adecuada del aire interior es un enfoque crucial para que las escuelas vuelvan a abrir en medio de una pandemia
La situación actual ha provocado que las escuelas de todo el mundo cierren sus puertas a los estudiantes y los profesores. A medida que sobreviene la situación, las escuelas están buscando enérgicamente soluciones para garantizar un entorno más seguro dentro de las aulas mientras el mundo espera el regreso a la normalidad. Sin embargo, según una encuesta realizada con más de 7,500 miembros de la Federación de Maestros de Filadelfia en julio de 2020, solo el 8% dijo sentirse personalmente seguro al volver a ingresar a los edificios.
La rutina de higiene personal, como usar mascarillas y lavarse las manos, es importante, pero para equipar mejor un edificio académico para un ambiente de aprendizaje y enseñanza más seguro en medio de la pandemia, mantener un nivel saludable de calidad del aire interior es un factor crítico. Diagnosticar el sistema de circulación de aire actual de las escuelas no solo es necesario, sino que debe considerarse como uno de los elementos principales de la lista de prioridades. La Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) destacó que «los cambios en las operaciones de los edificios, incluida la operación de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, pueden reducir la exposición al aire».
Como guía para el funcionamiento de las escuelas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) declararon específicamente aumentar la filtración de aire tanto como sea posible. La ASHRAE recomienda utilizar un filtro con un valor de informe de eficiencia mínima (MERV) de 13 o un filtro con una clasificación ePM1 según ISO 16890. Si la clasificación del sistema actual es más baja o no está identificada, ahora es el momento crítico para buscar y reemplazar uno apropiado.
Otra área clave para mejoras, es la ventilación. Los CDC exigen mejoras en el sistema de ventilación que pueden aumentar la entrega de aire limpio y diluir los contaminantes potenciales en la escuela. Dado que abrir ventanas tiene el riesgo de dejar entrar alérgenos que pueden causar otros problemas de salud, instalar un ventilador de recuperación de energía (ERV) que extraiga aire fresco del exterior al interior y lo intercambie con aire interior viciado puede ser una mejor opción.
Es importante incorporar en un aula un ERV que depure eficazmente el aire que entra desde el exterior. Particularmente para LG ERV, su recubrimiento antivirus bloquea la reproducción de virus dañinos y cuando está equipado con un filtro de alta eficiencia opcional, puede bloquear aproximadamente el 90% del tamaño de polvo de 0.4μm.
A medida que las escuelas se preparan lentamente para reabrir sus puertas, la confianza de los profesores, estudiantes y padres en las medidas de seguridad de la escuela será un factor clave para crear un ambiente de aprendizaje cómodo. Uno de los primeros y más importantes pasos para asegurar esto sería inspeccionar, diagnosticar y preparar adecuadamente el sistema HVAC del edificio de acuerdo con los requisitos y recomendaciones de las autoridades de salud.