Paco Rabanne Primavera Verano 2022

Paco Rabanne Primavera Verano 2022

Esta temporada, Julien Dossena traslada su visión de Paco Rabanne a una vasta
superficie de colores opuestos con vistas al mar Mediterráneo. Aquí, en lo alto del
Centro de Congresos de Mónaco, el Hexa Grace de Victor Vasarely se convierte en el
escenario de una colección que irradia una intensa sensualidad. Desde esta
instalación pública a gran escala, que consta de unas 24.000 baldosas, hasta sus
dinámicas pinturas abstractas que definieron el movimiento Op art, el trabajo de
Vasarely durante los años 60 y 70 es un complemento natural del arte radical de Paco
Rabanne, que tomó forma aproximadamente durante los mismos años. Reconocible al
instante, el lenguaje geométrico del artista se ha transcrito oficialmente, sin
modificaciones, a jacquards, estampados y tejidos, y su ubicación en el cuerpo agrega
un impacto dimensional a las ilusiones ópticas.

Una dualidad de precisión y facilidad se expande por toda la colección, con piezas
dinámicas y relucientes diseñadas como declaraciones generales. Los materiales y
patrones se combinan, maximizando el impacto y minimizando la excentricidad. Las
siluetas alargadas resaltan el cuerpo con naturalidad: vestidos, chalecos largos,
túnicas y blusas y faldas fruncidas se combinan con pantalones harén, pantalones
acampanados u holgados.

“Desde que ésta es nuestra colección principal, deseábamos explorar el grafismo
como un arsenal de ideas”, explica Dossena. «Hay tanto una vibración como una
sensación manual en estos looks que les da tanta textura».
En consecuencia, las piezas drapeadas se realzan con cadenas integradas a modo de
collar o cinturones unidos a las faldas. La malla metálica se reinventa una vez más en
blusas sueltas y faldas largas con cascadas de flecos, mientras que las faldas largas
están ribeteadas con un degradado de lentejuelas doradas. Descoloridos, los lunares
estilo Vasarely aparecen en la tela vaquera tratada con láser; estas piezas se realzan
aún más con ojales de metal concéntricos. Los estampados detallados de
pensamientos y las formas geométricas que parecen quemados por el sol son rítmicos
en sus arreglos, mientras que un estampado de girasol de los años 70 y un
monograma vagamente vintage se superponen para un look moderno. El lúrex, en un
jacquard más pesado y en un terciopelo fluido, se contrarresta con macramé natural
con incrustaciones de perlas plateadas.


Desde sombreros hasta calzado, las piezas capturan las innumerables facetas del
verano. Los sombreros de pescador y los gorros estampados enfatizan una actitud
despreocupada. El zueco de Paco Rabanne regresa esta temporada de forma renovada.

En medio de todos los motivos, una de las obras más raras y figurativas de Vasarely,
Le Baiser se ha colocado en un bordado de lentejuelas. Rostros y manos en plata y
oro se rodean entre sí como justo antes o después de un abrazo.
“Estaba pensando no solo en los efectos ópticos, sino también en las sensaciones
sinestésicas del verano: el sonido de las olas en la orilla, la luz del sol calentando la
piel, el reflejo de la luz en el agua”, explica Dossena. «Y quería traducir estos estímulos
de manera inmediata, inmersiva y sensual».



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